ADVERTENCIA
El siguiente texto es una reflexión íntima y personal. Para nada es un dogma, ni una única verdad absoluta, ni siquiera tienes por qué estar de acuerdo. Su objetivo es que te ayude a reflexionar sobre el motivo que te lleva a su práctica y la importancia de que te sirva para ser mejor persona.
Los motivos por los cuales alguien decide aprender y practicar las Danzas del León Chino son muy variados y distintos. Algunos se inician por la espectacularidad de su versión deportiva en los postes o su alto grado de exigencia física. Otros por la curiosidad que despierta la propia máscara junto con la música y la puesta en escena. También, por la necesidad de pertenencia e identificación con un grupo, o por qué no, por la curiosidad a lo exótico o a la milenaria cultura oriental. Incluso no saber por qué. Podríamos enumerar cientos de ellos, y aún así, la lista quedaria incompleta. Todos son legítimos y respetables y en la variedad debemos encontrar el gusto.
Ahora bien, pasado ese primer impulso de empezar y después de un tiempo con dolores de espalda y agujetas en piernas y brazos, memorizar rutinas y ritmos, de aprender a tocar los instrumentos, a trabajar en equipo, a conseguir coger el Cai Qing y comprenderlos, de acumular performance, eventos, competiciones, entrenamientos, horas de coche... después de varios años de estar dando y puliendo cera, uno vuelve a hacerse la pregunta...
¿Por qué practico las Danzas del León Chino?
Y esta pregunta suele coincidir con ese momento de "crisis existencial" donde la respuesta va a ser crucial para determinar
la continuidad o no en este arte. Es ese momento donde uno decide si ya ha satisfecho ese primer motivo que le impulsó a empezar y a otra cosa mariposa, o ha encontrado un camino de desarrollo y crecimiento personal que alimenta esos motivos más profundos que tenemos las personas y que determinan que uno continúe en las Danzas del león hasta el final.
Malaysia, 2012 |
Para ello, la práctica de este arte necesita que esté impregnada de unos valores morales de crecimiento personal, que al principio se desarrollan dentro del propio equipo pero que necesariamente deben ser transferibles a cualquier contexto de la vida, dándole un sentido más profundo a continuar practicando y desarrollando las Danzas del León Chino.
Yo tengo la suerte de que mi Shifu 蕭斐弘, con su amplia experiencia en la enseñanzay difusión de esta disciplina, impregnara desde el principio mi aprendizaje de ese valor moral que él resume en Los 8 conceptos (o palabras) de oro:
Esto ha provocado que mi respuesta a esa pregunta existencial (nadie se escapa de ese momento de crisis) sea la elección de practicar y desarrollar las Danzas del León hasta el final convirtiéndose en mi camino y forma de vida (transfiriendo esos 8 conceptos a mi dia a dia).
Todos tenemos claro que las Danzas del León Chino (especialmente el león cantonés con su particular concepto de Cai Qing) cumplen con la misión de traer la buena suerte, la felicidad y la fortuna a aquel que la requiere y necesita. Es un alivio poder pensar que a partir de ahora todo va a ir mejor y las Danzas del león lo hacen. Esta misión lleva implícito un gran compromiso por parte de las personas que hacen la danza. Por un lado, el compromiso de hacerlo bien técnicamente, respetando las costumbres, las creencias y las supersticiones de quienes reciben el ritual, así como seguir el orden de las acciones y los protocolos sociales. Y por otro, cultivarse como persona en cuanto a ética y moral. Y es en este caso cuando se hace necesario ese trabajo de los 8 conceptos de oro en las Danzas del León, porque para atraer el bien hay que cultivar el bien, para traer felicidad hay que cultivar la felicidad...
¿O acaso uno puede regalar lo que no tiene?
Yo personalmente pienso como el poeta: uno debe ser rico en el amor para poder regalarlo y muy pobre para mendigarlo. En las Danzas del León regalamos, en cada Cai Qing, toda esa benevolencia y como equipo y personas deberíamos ser ricos en ella.
Por eso, al terminar cada entrenamiento y cada jornada de performance...
nos reunimos el equipo,
nos ponemos en filas,
en posición de descanso
respirando profundamente,
Y reflexionamos en silencio
para terminar recitando
firmes, con pies juntos,
en alto y a viva voz que:
Promovemos las habilidades
de las Danzas del León
y desarrollamos la virtud
siguiendo los 8 conceptos de oro.
Comparto al 100% tu reflexión sobre esa búsqueda que va más allá de la mera practica. Sin esa camino de desarrollo personal, tanto la danza como muchas otras artes, no son más que un sucedáneo sin esencia.
ResponderEliminarLa práctica sin esencia, esta vacía. Es gracias a la esencia, que a través de la práctica, encontramos el camino para desarrollar nuestros valores.
Muchas gracias Jose Luis por tu comentario, muy acertada la palabra de esencia, resume en ella todo lo que he intentado decir. Eres un crack!!
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