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León de Kuang kung- Fatshan- Hung Sing Kwoon Choy Lee Fut -Ontinyent (2012) |
Imagino la cara de aquellos que tenéis un león, importado de China, sin ningún taller cerca ni servicio de reparación, cuando después de una actuación, se acerca el que manipula la cabeza y mirando al suelo te dice : "ehh... esto se ha roto". En ese pequeño intervalo de tiempo se acaba el mundo. La solución pasa por comprar uno nuevo, pero, entre pedirlo, que lo hagan, que lo envien, que pase la aduana y llegue a nuestras manos... podemos estar hablando de 5 a 8 meses (si todo va bien). La opción más viable es la de arreglarlo tu mismo, intentando que quede lo más decente posible.
Esta entrada al blog pretende dar luz al arte de reparar los leones en territorios donde no existen talleres, ni siquiera algunos de los materiales a utilizar. Espero que te sirva de ayuda para solucionar estos pequeños problemas de una forma práctica y eficaz. Para ello, te pongo un ejemplo de cómo reparé el primer león.
La primera vez que me atreví a afrontar de forma personal una restauración del león fue para la escuela de Choy Lee Fut de Ontinyent. Shifu Rafael Ruiz (gran amigo y maestro de Choy lee fut) me pidió arreglar este león, especialmente reforzar la estructura interna y arreglar la boca.
Con respecto al refuerzo de la estructura, simplemente añadí en la base una platina de aluminio para reforzar el bambú original y el arco de la boca. Sí es cierto que aumentó un poco más de peso, pero, le dio solidez a toda la cabeza permitiendo una manipulación más cómoda. Aproveché también para modificar la tela del cuerpo y añadirle un cinturón con velcro y una cola que permitiera su manipulación. Éste trabajo textil lo realizó el taller de Fil D'aram, especializado en vestuario y escenografías teatrales.
Finalmente me centré en la boca donde barajé dos posibilidades. Por un lado, reforzar y arreglar aquellas partes rotas y por otro, hacerla de nuevo. Finalmente me decanté por la segunda.
En un primer intento de construir la boca se me ocurrió trabajar con la fibra de vidrio con la idea de hacerla más resistente, pero, el resultado fue nefasto, pesaba muchísimo y el acabado final no guardaba coherencia estética con el resto del león, vamos un desastre. Así que dejé la innovación para otra ocasión y recurrí al método tradicional que había aprendido en Malaysia en el taller de Master Siow, Wan Seng Hang.
Lo primero que hice fue buscar el material necesario, especialmente el ratan y el papel de arroz. El primero lo encontré en una empresa de fabricación de muebles de mimbre y ratán, que amablemente me vendieron unos metros del ratan más finito. El papel lo encontré, por casualidad, en una tienda especializada de manualidades, así que superada la primera dificultad, me puse manos a la obra.
Deshice completamente la boca antigua para tener el patrón de la estructura y la reproduje con ratan y alambre, reforzando con una chapa de madera (3 mm de grosor) la parte de anclaje y agarre de la boca.
Una vez terminada la estructura pasé a cubrirla, primero con una capa de gasa de algodón y cola blanca al 50% y luego le apliqué tres capas de papel de arroz, también con cola blanca al 50%. Para el papel es importante que no utilices tijeras para recortarlo, mejor con la mano. Después de varios días de secado la pinté completamente con una pintura especial para cubrir y alisar superficies y la lijé. Finalmente le apliqué los colores y el diseño de la boca original con pintura acrílica y la barnicé con un producto especial satinado para pinturas al agua. El resultado fue muy satisfactorio como se puede observar en las fotos.
- Ratán de 5 mm de grosor.
- Hilo de alambre
- Madera contrachapada de pino de 3mm de grosor.
- Gasa de algodón (como las gasas para curar heridas)
- Cinta adhesiva de papel (cinta de carrocero)
- Cola blanca de carpintero (rebajada con agua al 50%).
- Papel de arroz
- Pintura blanca de cubrimiento de superficie.
- Lijas de madera muy finas.
- Diferentes colores de pinturas acrílicas (base al agua)
- Barniz satinado para pintura acrílica en spray.
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foto de WSH en Malaysia, julio de 2012 |
Ya veis que con un poco de paciencia y tiempo es posible hacer reparaciones de ciertas partes del león sin mucha complicación. Creo que es importante considerarlo pues va a alargar la vida de nuestros leones. ¿Os atrevéis a reparar algún león?
En la próxima entrada os explicaré paso a paso una restauración prácticamente completa de un león de Hock Shan fabricado en China y que me pidieron restaurar.